La Universidad Tecnológica de Delf, ubicada en los Países Bajos, está realizando un estudio sobre concreto autorreparable, dicha investigación está en cabeza de los científicos Eric Schlangen, quien es especialista en el área del concretos, y el microbiólogo Henk Jonkers. El objetivo de la investigación es desarrollar un concreto que, al mezclarse con una bacteria, una simbiosis, ayude a la auto reparación de fisuras pequeñas que no afectan la resistencia del material (no es apto para tratar grietas de gran magnitud). Este concreto está pensado para reparar fisuras que llegan aparecer en el concreto a causa de la retracción que sufre el material durante el proceso de fraguado o a causa de las condiciones climáticas del lugar donde se ubique la construcción.

Muchas veces evidenciamos que al realizar fundaciones de estructuras en concreto suelen aparecer con el tiempo o durante el proceso de fraguado fisuras que son producto de la retracción, por ello, el tipo de concreto que se desarrollando por los científicos mencionados puede tiene como objetivo repararse a sí mismo al cerrar microgrietas.

Esta nueva forma de concreto utiliza microfibras en el lugar de bits más gruesos de arena y grava que se utiliza en la mezcla del cemento tradicional. Para realizar el proceso de auto reparación, el concreto en la grieta se vuelve más suave y, finalmente, «crece» hasta que la grieta se rellena. Al mismo tiempo, los iones de calcio dentro de la grieta absorben la humedad junto con el dióxido de carbono del aire, esta reacción forma un material de carbonato de calcio que es similar al material que se encuentra en las conchas marinas. Este rebrote y solidificación de carbonato de calcio renueva la resistencia del concreto agrietado (arq.com.mx, s.f.).

Según lo mencionan por los investigadores el principal reto que enfrenta el estudio es garantizar que el agente de curación sea lo suficientemente resistente para sobrevivir el proceso de mezcla.